Las detenciones fueron concretadas por efectivos de la Policía de la Ciudad en los procedimientos desplegados en distintos barrios de la Ciudad.
Una banda a la que se le atribuyen al menos 20 entraderas en distintos barrios porteños fue desbaratada con el arresto de cuatro de sus integrantes, al cabo de allanamientos realizados en Caballito y Parque Chacabuco, luego de que los investigadores lograran identificar a uno de ellos por una huella digital que quedó en el cuchillo con el que amenazó e hirió a una victima para robarle 200 mil dólares, informaron fuentes policiales.
Las detenciones fueron concretadas por efectivos de la Policía de la Ciudad en los procedimientos desplegados en los barrios de Caballito, Almagro y Parque Chacabuco, tras una investigación realizada por la División Robos y Hurtos que llevó más de cinco meses.
Según las fuentes, los detenidos fueron indagados por el Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional 6, a cargo de María Provítola, tras lo cual, uno de ellos quedó procesado por el delito de «robo, privación ilegitima de la libertad y lesiones», mientras que se dispuso la prisión preventiva de los otros tres miembros de la banda.
Los voceros informaron a Télam que las investigaciones se iniciaron a raíz de un robo cometido por tres delincuentes la noche del 12 de mayo último en una casa del barrio porteño de Caballito, que tuvo como víctima a un hombre al que lesionaron con un cuchillo cuando amenazaron con cortarle los dedos de la mano derecha y le robaron 200.000 dólares y otra suma en pesos.
Tras ello, la causa comenzó a ser investigada por el fiscal Nacional en lo Criminal y Correccional 38, Juan Pedro Zoni, quien dispuso diversas medidas a los detectives de la División Robos y Hurtos de la Policía de la Ciudad y de la Superintendencia de Policía Científica.
Uno de los elementos clave para dar con la banda fue el hallazgo de una huella dactilar en un cuchillo que uno de los delincuentes tomó para amenazar y lastimar a la víctima, lo cual derivó en la identificación de uno de los ladrones.
A esa información, los detectives sumaron análisis de redes sociales y tareas de campo que determinaron el domicilio de uno de los integrantes de la banda, de 19 años, quien se encontraba en un departamento en la calle Neuquén al 700, en Caballito, y fue detenido el pasado 9 de septiembre.
En ese domicilio, al que los propios delincuentes llamaban «el búnker», ya que allí llevaban el producto de robos, los policías hallaron una pared falsa en el cielorraso, detrás de la cual se ocultaban teléfonos celulares, equipos de comunicaciones tipo «handy», elementos de efracción y de reducción de personas, como así también una PlayStation 4 y una campera deportiva utilizada al momento de cometer el robo en Caballito.
Si bien la víctima de ese hecho dijo que habían sido tres los delincuentes que la asaltaron, a partir del análisis de uno de los teléfonos secuestrados, los efectivos lograron identificar a un cuarto sospechoso y hallaron conversaciones en un grupo de WhatsApp llamado «Los 33 Orientales», nombre mediante el cual se identificaban para convocar reuniones en una calle del barrio de Boedo, detallaron los voceros.
Las fuentes informaron que uno de los allanamientos fue realizado en una vivienda ubicada en calle Caricancha al 1200, en el barrio de Parque Chacabuco, mientras que a escasos metros de allí, en Beauchef al 1400, lograron interceptar a uno de los imputados de 20 años, a quien le secuestraron un celular Apple Iphone 6.
El segundo allanamiento, el cual fue realizado de manera simultánea, tuvo lugar en una vivienda ubicada en calle Venezuela al 4000, en el barrio porteño de Almagro, donde detuvieron a otro de los integrantes de la banda, un paraguayo de 19 años, a quien le incautaron un teléfono celular Apple Iphone XS y una computadora notebook Vaio que había sido robada de la casa de una anciana.
Momentos después, los policías realizaron un allanamiento en el domicilio del sospechoso que fue detenido en la vía pública y decomisaron tres teléfonos celulares marca Samsung modelos A 53, J7 y J2, una campera inflable azul y rojo que fue señalada por los testigos como parte de la ropa de uno los damnificados.
En ese momento, los efectivos advirtieron la presencia de un hombre que miraba hacia el interior de la casa y, tras ello, lograron identificarlo como el cuarto integrante de la banda sobre quien pesaba una orden de detención, un argentino de 27 años, a quien se le secuestró dos teléfonos celulares Samsung modelos J2 y J6 PLUS, que tenía en su poder.