El informe elogia el rol preponderante importancia que le da Massa a «equilibrar al sector externo como factor decisivo para el esquema de política económica»
Economistas bonaerenses del Frente de Todos destacaron hoy la «visión correcta» del actual equipo económico al priorizar la búsqueda de «equilibrar al sector externo» y aseguraron que con el crecimiento del transporte de gas desde Vaca Muerta «la energía se encamina a dejar de ser una restricción para el desarrollo».
Los economistas, coordinados por el exsecretario de Comercio Interior Roberto Feletti, expresaron por otro lado «preocupación por el angostamiento del saldo positivo del balance comercial en lo que va de 2022».
En su balance de las últimas medidas, resaltaron que la conducción del Palacio de Hacienda «tiene una visión correcta sobre la trascendencia de equilibrar al sector externo como factor decisivo para el esquema de política económica».
Las conclusiones forman parte de un informe de coyuntura realizado por un equipo encabezado por Feletti e integrado por el ex subsecretario de Políticas para el Mercado Interno de la Secretaría de Comercio Interior Antonio Mezmezian; el ex director Nacional de Programación Económica del Ministerio de Economía Horacio Rovelli, entre otros especialistas.
En la elaboración del documento trabajaron también los economistas Érica Pinto; Fabiola Vela Velázquez; Diego Perrella; Diego Rozengardt; Graciela Tilca y Delfina Salerno.
En un análisis retrospectivo, lamentaron también que «en el bienio 2020/2021 el excedente de la balanza comercial y el aporte no condicionado de Derechos Especiales de Giro efectivizado por el FMI no se reflejó en el nivel de reservas».
En esa línea, advirtieron que en ese tramo de la gestión del FdT «el abultado superávit comercial no se reflejó en el incremento de las reservas internacionales y la reestructuración de la deuda con el sector privado no se tradujo en una baja del riesgo país».
En contraste con esas observaciones, destacaron que el equipo económico que encabeza Sergio Massa tiene «una visión correcta» de la «trascendencia de equilibrar al sector externo como decisivo para el esquema de política económica», y pusieron de relieve que «la suba de precios internacionales ha definido la existencia de tres sectores extractivos beneficiarios de renta extraordinaria: el sector agropecuario, el energético y el minero».
Al referirse a la producción de energía, indicaron que «sobre todo a partir de la explotación del yacimiento de gas y petróleo no convencional de Vaca Muerta, apunta a dejar atrás un límite histórico para el desenvolvimiento de la economía argentina».
En ese sentido, resaltaron que «la energía se encamina a dejar de ser una restricción para el desarrollo y convertirse en un vector de competitividad estable para el país», con una «perspectiva de una oferta abundante y competitiva» que deja abierta «la posibilidad de consolidar un sector proveedor de divisas aún mayor que el agro, alterando una hegemonía política y económica de un siglo y medio de este último».
«La disponibilidad de gas desde Vaca Muerta sólo encuentra límites en la capacidad de transporte, pues las redes de ductos están funcionando a tope», advirtieron, al tiempo que señalaron que «para superar ese cuello de botella se está llevando adelante el programa Transport.Ar en el que su primera etapa será el gasoducto Presidente Néstor Kirchner, que irá desde Tratayén a Salliqueló a través de 536 kilómetros, sobre lo cual se realizarán luego obras ampliatorias y complementarias».
Al profundizar sobre los condicionamientos que afectan hoy a la economía, advirtieron que «la aceleración del crecimiento del monto de compras externas ocurrido en 2022 reduce el excedente comercial a una quinta parte del promedio alcanzado en igual período de los dos años previos».
Y en la misma línea precisaron que mientras «las exportaciones crecen un 59,2% en el ciclo analizado, las importaciones lo hacen en un 112,7%, con singular rapidez en el corriente año».
En consecuencia, agregaron, se asiste a «un complejo cuadro que combina el fuerte angostamiento del saldo positivo de la balanza comercial, con una cuenta capital deficitaria consecuencia de un elevado riesgo país y una distancia relevante entre el tipo de cambio oficial y las cotizaciones alternativas, financieras e ilegales».
Y concluyeron: «Es difícil sostener técnicamente que, sin divisas en el BCRA, el desequilibrio presente se resuelve con un ajuste monetario y fiscal relevante».